miércoles, 9 de septiembre de 2009

Reseña Historica

DICIEMBRE, 1989

José Ángel Epiayu llegó al Servicio de Escuela Dominical de la Iglesia Evangélica del Salvador y pidió hablar con el pastor, hermano Orlando Raga quien lo atendió al terminar las actividades. Le contó al pastor que su mamá estaba desahuciada con un cáncer terminal y deseaba que ella conociera al Señor y fuera salva.

Ese mismo día el pastor se presentó en el hogar de la señora Josefa Barliza junto a sus cinco hijos y predicó la Palabra e hicieron decisión de fe tanto la señora como dos de sus hijas. A partir de ese momento se comenzaron a realizar cultos periódicamente que luego se convirtieron en una Célula Evangelística.


ENERO, 2001

En la celebración de un nuevo aniversario, la Iglesia Evangélica del Salvador recuerda las estrategias que se habían utilizado en años anteriores para fundar congregaciones y se enciende una chispa en muchos de los miembros con el deseo de comenzar una nueva obra en el Barrio La Victoria. ¿Por qué allí? Porque el trabajo constante, amoroso y desinteresado del pastor Orlando Raga, así como repetidas Escuelas Vacacionales, habían rendido al cabo de muchos años frutos espirituales, un buen grupo de hermanos de la Victoria que se tomaban con gran responsabilidad la asistencia y participación en la Célula Evangelística.

MAYO, 2001

El hermano Aarón Alcántara, anciano de la Iglesia propone al Director de la Escuela Dominical, Alí Daniel Alcántara aprovechar el momento para iniciar las actividades en este campo urbano y junto a otros líderes resuelven tomar un grupo de experimentados maestros activos y otros en proceso de formación como maestros titulares y auxiliares para la nueva Escuela Bíblica Dominical en la Victoria.

El equipo quedó conformado por Orlando Raga, José Prada, Esther Alcántara, Carolina Urdaneta, Zeida Severeyn, Yubiry de Sánchez, Mercedes de Prada y Leonel Benavides. Las actividades se comenzaron en la Cancha Deportiva de la Victoria pues el corazón del encargado de dicha Cancha fue tocado de una manera especial por el Señor.

MAYO, 2004

Estamos celebrando un sueño cumplido, una visión realizada, un deseo que nació en el corazón del Señor.

Celebramos con un Acto de Dedicación la maravillosa bondad, amor y provisión de Dios quien habló al corazón de un hombre trabajador y entregado, no sólo a su familia, sino al Señor primeramente y a la iglesia, el hermano Alí Rafael Alcántara. Su generosidad contagió a muchos para iniciar lo que hoy dedicamos. ¡Gracias al Señor, la obra no se detendrá y muchos más conocerán acerca de Su Amor en La Victoria!

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